En las últimas investigaciones que se han realizado sobre las noticias actuales, una de las principales que ha llegado a causar impacto es el nivel de inversión en la nube pública, que en este año estará llegando a los 600.00 millones de dólares, siendo esta cifra entre consumidores y empresas. Precisando cifras, será de aproximadamente 591.800 millones de dólares; cifra que determina un 20,7% de crecimiento a comparación del 2022, que se quedó en 490.300 millones de dólares.
Esto quiere decir que los impactos que van a experimentar el PaaS (Platform as a Service, plataforma como servicio en español) y el SaaS (Software as a Service, software como servicio en español) se deberá principalmente a los problemas de plantilla y al objetivo principal de las empresas en cuanto a la seguridad de sus márgenes. Sin embargo, en el año 2024 la inversión en PaaS va a aumentar un 23,2% y en SaaS un 16,8%.
El vicepresidente de analistas de Gartner, Sid Nag, recordó en una entrevista que la actualidad de las inflaciones monetarias y las condiciones macroeconómicas está haciendo que haya un juego de tira y afloja si hablamos específicamente de la inversión en la nube. La computación en la nube sin duda seguirá siendo batuta en la seguridad e innovación de la tecnología y continuará haciendo soporte a la evolución en tiempos inciertos, gracias a sus características de agilidad, elasticidad y por ser de naturaleza escalable. De igual forma, las grandes empresas solo pueden invertir lo que tienen en sus ganancias y la inversión en cloud podría disminuir si los fondos de la tecnología de información (TI) bajan, ya que la nube seguirá siendo el principal destino de inversión en TI.
De igual forma, Nag también comentó que la migración hacia la nube no se detendrá, puesto que la IaaS (Infraestructure as a Service, Infraestructura como Servicio en español) continuará evolucionando de forma natural conforme las empresas también aceleren las iniciativas de modernizar la tecnología de la información, de forma que su sistema minimice cada vez más los riesgos y optimice los costos. Otro dato importante sobre el tema es que traspasar operaciones hacia la nube también reducirá el gasto de capital, haciendo que se extienda el desembolse durante un periodo de suscripción, lo que significará un beneficio primordial en un ámbito en el que el dinero es críticamente necesario para mantener las operaciones a flote. Esto significa que unos salarios elevados y más habilidades en las operaciones son necesarios para el desarrollo de aplicaciones SaaS actualizadas, por lo que las empresas podrían tener dificultades debido a la reducción de contrataciones para controlar los gastos. Sin embargo, el PaaS podría facilitar una generación de código más eficaz y automática para las aplicaciones SaaS, y esto hará que la tasa de consumo de PaaS aumente.
No obstante, además del empuje de crecimiento, de rentabilidad y de competencia, la inversión en la nube proseguirá a través del uso continuo del cloud. Tan pronto que todas las aplicaciones y la carga laboral se mueven a la nube; las mismas suelen continuar en ella, lo que significa que los modelos de suscripción afianzan que la inversión durante la temporada que dure los contratos continuará y probablemente perdure mucho más tiempo. Para los suministradores, la inversión en cloud siempre será una utilidad.
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¡Hasta luego!
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